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"Fotografiar es volver a vivir" dicen los expertos. Tal vez sea por eso que en cada momento trascendental de la vida, los seres humanos elijan congelar esos instantes. Tal como sucede en los casamientos o los grandes encuentros, la sesión de fotos al recién nacido está a la orden del día.
La práctica nacida en los EEUU es conocida como newborn photography, cada vez más fotógrafos se inclinan por este rubro y cada uno con un estética definida pero con un objetivo común: resaltarla belleza natural de cada recién nacido.
Quién puede olvidar las tiernas producciones fotográficas de la pionera Anne Geddes. Consagrada en los 90, supo imponer tendencia a través de sus retratos infantiles Creando mundos imaginarios en donde los bebés se convierten en abejas, mariposas, hadas y otro personajes fantásticos, en la actualidad predomina la tendencia de realizar sesiones de fotos minimalistas utilizando fondos de telas o texturas lisas, colores más neutrales en donde el bebé está desnudo sin muchos accesorios.
Nuestro estilo es orgánico-natural, usamos colores pasteles y neutros intentando que el recién nacido siempre sea el protagonista, para poner en valor a la figura del bebé, su rostro, manos, colita y rollitos, "todas esas cosas que nos enamoran de un recién nacido".
Las sesiones duran aproximadamente 3 horas y el gran secreto es esperar a que el bebé se quede profundamente dormido y luego, ¡manos a la obra!
Los "sonidos blancos"- es decir – aquellos que reproducen ruidos del mar, lluvia o pajaritos son grandes aliados para relajarlos, ya que estos ritmos se asemejan a los que escuchaba dentro de la panza de su madre.
¿Cuándo realizar la sesión? El mejor momento para retratar a los bebés es durante los 6 y 12 días de vida aproximadamente. Esta etapa ideal para poder lograr posiciones parecidas a las que el bebé hacía dentro del vientre de su mamá. Los recién nacidos están felices cuando están hechos una bolita porque es como han estado hasta ese momento", además, duermen aproximadamente 18 horas y todavía no tienen cólicos, reflujos u otro tipo de molestias.
Como esta práctica tiene sus orígenes en los EEUU, la posiciones tienen nombres en inglés como Froggy (ranita) bum up (cola para arriba) chin on hands (boca abajo con manos por debajo del mentón). Lo fundamental es cuidar la seguridad del bebé y que estén cómodos para obtener mejores resultados, en las producciones se pueden incorporar accesorios como elementos en crochet, mantas de lana y cajas de madera que recrean una cama.
Sin embargo, las profesionales tienen sus preferidas. Las que más nos gustan son aquellas que transmiten algo más que un bebe acostado, los retratos en manos de sus padres nos fascinan, porque transmiten esa fragilidad que caracteriza a un recién nacido.
También funcionan las poses no posadas donde el bebé bosteza, se despereza o hace alguna mueca.
Es muy importante tener en cuenta que somos expertas en el manejo de los recién nacidos, además de madres somos profesionales experimentadas en el rubro, se trata de una tarea delicada, seguimos el método y los consejos del Dr. Harvey Karp, un pediatra de renombre nacional y especialista en desarrollo infantil.
Temáticas:
La tendencia es captar al bebé de manera natural pero muchas veces se puede recurrir a elementos creativos para adornar como puffs, cajas, baldes, sillones o cualquier elemento donde el bebé pueda descansar de manera relajada al estilo "vintage", además se utilizan accesorios tales como mantitas, gorritos, vinchas y coronitas.
Incluir hermanos, padres y familiares es otra manera de crear un recuerdo perfecto para toda la vida, la conexión que existe entre los hermanos gemelos se refleja en los retratos, naturalmente se abrazan o se toman de la mano al igual que en el vientre materno.